Sala de Inversión - Latinoamérica
Las materias primas no pisan suelo firme
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Tras un decepcionante 2013, el mercado de materias primas volvió a pisar con fuerza el acelerador, durante los primeros seis meses del año, superando al S&P 500 en más de 4 puntos porcentuales y en más del 6% a los bonos del tesoro estadounidense.
A la cabeza del rally, el níquel presentaba un retorno del 37%, seguido del paladio con un 18% y el oro (sí el oro!) con casi un 11%. El níquel vio el mayor aumento desde el año pasado con un cierre de cerca de 19.000 dólares por tonelada métrica; en tanto el oro subía hasta 1.327 dólares la onza, y el paladio a 843 dólares por onza. Rezagados quedaban el plomo, el cobre y el trigo, que tan solo dos años atrás fue el producto básico de mejor desempeño.
¡Pero qué gran diferencia en cuatro meses! Desde mediados de julio muchos factores han contribuido a ensombrecer el rally de los productos básicos, pasando por la rebaja de previsiones anuales en las ventas de automóviles en Europa, que en su día apoyaron el precio del platino y el paladio, el final del EQ3 de la Reserva Federal, con la consiguiente revalorización del dólar en detrimento del oro, la plata y el petróleo, este último doblemente castigado por el declive de la demanda y los elevados niveles de oferta que inundan el mercado.
Con la crisis de Crimea, Ucrania y Rusia en la trastienda, y el panorama geopolítico internacional algo más apaciguado, el oro y otros metales preciosos empezaron a perder terreno, pese a que recientemente el metal dorado volvió a vivir un aumento de la demanda física, en joyería de oro, por los festivales que dan comienzo al Año Nuevo y la temporada de bodas en la India, tal impulso en la actualidad parece haberse disipado por completo.
Como enfatiza Barclays en un reciente informe, aunque el final del programa de compra de activos había sido ampliamente anticipado, el tono más severo del comunicado no, por lo que el oro ha vuelto a reaccionar negativamente ante la perspectiva de un aumento en las tasas de interés. Una política monetaria menos acomodadiza junto con la revalorización del dólar potenciarán los riesgos bajistas para el metal dorado, especialmente una vez que ha perforado el soporte técnico clave ubicado en 1.180 dólares por onza. Otros metales preciosos también saldrán perjudicados.
Históricamente ha quedado demostrado que los productos básicos suben al mismo tiempo que el Producto Interno Bruto mundial. Tan solo este hecho podría augurar un buen futuro para los precios de las materias primas considerando las previsiones de crecimiento para las dos principales economías, Estados Unidos y China, en los próximos dos años, pese al rezago de Europa y en menor media, Japón.
En cuanto a los metales básicos, el cobre y el hierro están padeciendo el deterioro de las previsiones de crecimiento en la Unión Europea, el tercer mayor comprador de cobre del mundo. Un índice que engloba a los seis principales metales que cotizan en el LME registró su mayor caída en casi un mes la semana pasada. Por su parte, el plomo cayó a mínimos de 17 meses en Londres arrastrado por la debilidad del sector servicios y de la construcción en China, por tercera vez en los últimos cuatro meses.
Aunque muchos mercados mundiales de renta variable se han recuperado desde la crisis financiera, los productos básicos no parecen pisar suelo firme. Muchos inversores parecen haber olvidado lo poderosa que puede ser esta clase de activos para diversificar y completar una cartera total, pero tienen presente que los commodities tienden a registrar mejores desempeños en años naturales diferentes a los de la renta variable estadounidense.
A la cabeza del rally, el níquel presentaba un retorno del 37%, seguido del paladio con un 18% y el oro (sí el oro!) con casi un 11%. El níquel vio el mayor aumento desde el año pasado con un cierre de cerca de 19.000 dólares por tonelada métrica; en tanto el oro subía hasta 1.327 dólares la onza, y el paladio a 843 dólares por onza. Rezagados quedaban el plomo, el cobre y el trigo, que tan solo dos años atrás fue el producto básico de mejor desempeño.
¡Pero qué gran diferencia en cuatro meses! Desde mediados de julio muchos factores han contribuido a ensombrecer el rally de los productos básicos, pasando por la rebaja de previsiones anuales en las ventas de automóviles en Europa, que en su día apoyaron el precio del platino y el paladio, el final del EQ3 de la Reserva Federal, con la consiguiente revalorización del dólar en detrimento del oro, la plata y el petróleo, este último doblemente castigado por el declive de la demanda y los elevados niveles de oferta que inundan el mercado.
Con la crisis de Crimea, Ucrania y Rusia en la trastienda, y el panorama geopolítico internacional algo más apaciguado, el oro y otros metales preciosos empezaron a perder terreno, pese a que recientemente el metal dorado volvió a vivir un aumento de la demanda física, en joyería de oro, por los festivales que dan comienzo al Año Nuevo y la temporada de bodas en la India, tal impulso en la actualidad parece haberse disipado por completo.
Como enfatiza Barclays en un reciente informe, aunque el final del programa de compra de activos había sido ampliamente anticipado, el tono más severo del comunicado no, por lo que el oro ha vuelto a reaccionar negativamente ante la perspectiva de un aumento en las tasas de interés. Una política monetaria menos acomodadiza junto con la revalorización del dólar potenciarán los riesgos bajistas para el metal dorado, especialmente una vez que ha perforado el soporte técnico clave ubicado en 1.180 dólares por onza. Otros metales preciosos también saldrán perjudicados.
Históricamente ha quedado demostrado que los productos básicos suben al mismo tiempo que el Producto Interno Bruto mundial. Tan solo este hecho podría augurar un buen futuro para los precios de las materias primas considerando las previsiones de crecimiento para las dos principales economías, Estados Unidos y China, en los próximos dos años, pese al rezago de Europa y en menor media, Japón.
En cuanto a los metales básicos, el cobre y el hierro están padeciendo el deterioro de las previsiones de crecimiento en la Unión Europea, el tercer mayor comprador de cobre del mundo. Un índice que engloba a los seis principales metales que cotizan en el LME registró su mayor caída en casi un mes la semana pasada. Por su parte, el plomo cayó a mínimos de 17 meses en Londres arrastrado por la debilidad del sector servicios y de la construcción en China, por tercera vez en los últimos cuatro meses.
Aunque muchos mercados mundiales de renta variable se han recuperado desde la crisis financiera, los productos básicos no parecen pisar suelo firme. Muchos inversores parecen haber olvidado lo poderosa que puede ser esta clase de activos para diversificar y completar una cartera total, pero tienen presente que los commodities tienden a registrar mejores desempeños en años naturales diferentes a los de la renta variable estadounidense.
Mónica Coronatti, Editora Sala de Inversión América